Las albóndigas son uno de esos platos que puedes combinar con muchísimas cosas como patatas, pasta, arroz… y a los niñ@s les encanta. Ahora que pasan mucho tiempo en casa os recomiendo que les dejéis ayudar en la cocina. Hacer las albóndigas o enharinarlas les gusta porque lo hacen con las manos. Se sienten importantes porque ayudan y se las comen mejor al haberlas preparado ell@s. La ensalada es de brotes, pero podéis poner la verdura que más os guste. Los tomatitos son cherry, de diferentes colores y con sabores diferentes. Al ser tan colorida a los niños les llama más la atención. ¡Vamos allá!
Ingredientes:
- Carne picada, la que más nos guste.
- Pan rallado con ajo y perejil.
- Harina de trigo sarraceno.
- Tomate frito.
- Sal, jengibre y hierbas provenzales.
Preparación:
- En un bol ponemos la carne, el huevo entero, la sal y el pan rallado. Amasamos con las manos hasta que quede todo bien ligado.
- Vamos haciendo bolas del tamaño que nos guste, con las manos con un poco de harina para que no se nos peguen haciendo las bolas.
- Mientras la preparamos, ponemos el aceite a calentar.
- Una vez hechas todas, las pasamos por la harina y cuando el aceite esté caliente las vamos friendo en tandas para que no se cuezan en vez de freírse, bajando la temperatura a fuego medio.
- En una sartén o cazuela ponemos la salsa de tomate, el jengibre y las hierbas provenzales y vamos removiendo hasta que comience a burbujear. Apagamos el fuego y reservamos.
- Cuando tengamos todas las albóndigas hechas las añadimos a la salsa. Les damos un par de vueltas con suavidad para no romperlas, tapamos y las dejamos 10 minutos a fuego bajo para que se terminen de cocinar con la salsa y queden jugosas.
- Para la ensalada podemos hacer la mezcla de lechugas y brotes que más os guste y añadir unos tomates cherry.
Consejos sobre los ingredientes:
- El pan rallado puede ser sin gluten para aquellas personas con celiaquía o con intolerancia a este alérgeno.
- Los vegetarianos y veganos pueden preparar las albóndigas con tofu, en crema o con remolacha, espinacas…
- Las personas que no toman sal pueden sustituirla por hierbas aromáticas.
- Para amasar las albóndigas no es imprescindible el huevo, así que las personas alérgicas o intolerantes al huevo pueden comerlas si se elimina este ingrediente.
Consejos culinarios
- Si ponemos la harina en una bolsa alimentaria, de las que usamos para congelar, y ponemos las albóndigas dentro, dándole un par de vueltas para que coja aire mientras la cerramos, y agitamos con cuidado, las albóndigas quedarán rebozadas en la harina todas por igual, y no mancharemos nada.
- Yo hago las albóndigas poco hechas para que se terminen de hacer con la salsa.
- Los tomates cherry de colores tienen diferentes sabores por su color y por su tiempo de maduración. Podéis usar cualquier tipo de tomate de todos los que hay hoy en día en los mercados.
Curiosidades:
- En la ciudad de Nueva York a las albóndigas se las conoce como meetbolls (bolas de carne) y el sándwich más popular es el de albóndigas.
- El origen de la palabra “albóndiga” proviene del árabe “al-buduqa” (bola), que son los que enseñan a los europeos, a través de España, esta preparación de la carne.
- Los inmigrantes italianos llevaron con ellos la receta de este plato a EEUU donde le añadieron la variante con espaguetis.
- Entre los campesinos italianos se llamaban polpettes, y las hacían con cualquier tipo de carne.
- Hay múltiples formas de prepararlas, con diferentes carnes como son el conejo, el kobe… al igual que la salsa, que puede ser desde la de tomate hasta la agridulce.
- La harina de Trigo sarraceno no tiene nada que ver con el trigo. Es un pseudocereal, como la quinoa, que también se conoce por alforfón. Entero se puede consumir como si fuese arroz, aunque necesita un poco más de tiempo de cocción.
- El jengibre y las hierbas provenzales aportan sabor a las comidas.
